El ayuntamiento de Almonte apuesta por la accesibilidad como otro distintivo de Matalascañas.

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La instalación de barandas de níquel en múltiples escaleras de acceso a la playa y la adecuación de siete zonas con pasarelas enrollables, que permiten su colocación y retirada diarias, son las nuevas actuaciones llevadas a cabo por el ayuntamiento de Almonte para hacer de Matalascañas una playa con un alto nivel de accesibilidad.

Por una parte, las pasarelas accesibles llegan hasta la misma orilla, por lo que suponen un valioso recurso para personas con problemas funcionales de movilidad. Y por otro las nuevas barandas, muchas de ellas solicitadas por vecinos y usuarios de la playa, dan seguridad a niños pequeños y a personas mayores a la hora de utilizar las escaleras de acceso.

Las zonas en las que han sido colocadas las pasarelas accesibles coinciden con áreas en las que hay plazas de aparcamientos para minusválidos como la zona de la depuradora, en el costado del Pueblo Andaluz, en Caño Guerrero, o la zona cercana al chiringuito Ambos Mundos, en el costado de la urbanización Kabila. La bajada del Flamero y la bajada de la Peña son otras de las áreas implementadas con estos nuevos recursos que favorecen el acceso a la zona de baño.

Por otra parte, dos de los seis puestos de Socorro y Salvamento de Matalascañas han sido ubicados este año en la arena, junto a los bañistas, en casetas de madera con rampa de acceso que aporta cercanía y operatividad al servicio de vigilancia y atención a los usuarios.

Según el concejal de Turismo y Playa, José Miguel Espina, “trabajamos para atender la demanda ciudadana, de personas mayores y discapacitados, y de sus familiares, dotando a Matalascañas de un alto nivel de accesibilidad, que a cualquier persona le sea fácil y cómodo llegar hasta la playa. Matalascañas se distingue por ser un importante destino turístico de la Costa de la Luz, por ser la playa de Doñana. Y también por su accesibilidad.”