Tras varios años en el Ciecem de Matalascañas, sito en el parque dunar Torre la Higuera, la Fundación Doñana 21 volverá a tener su sede social en la localidad de Almonte, en un edificio de propiedad municipal que le ha sido cedido mediante convenio por el Ayuntamiento por un periodo de diez años. Dicho edificio estuvo ocupado anteriormente por la Asociación La Canariega, hasta su traslado a sus actuales instalaciones en la parte posterior del Ciecema.

El convenio, que previamente había sido aprobado en Pleno, se formalizó oficialmente con el acto de firma a cargo de la alcaldesa de Almonte, Rocío Espinosa, y del vicepresidente de la fundación y alcalde de Villamanrique, José Solís.

Para Espinosa, con esta cesión el Ayuntamiento, que es patrono de la Fundación junto a los demás municipios de la comarca de Doñana, recupera la sede de esta entidad en el núcleo matriz del municipio y hace una clara apuesta por consolidar la capitalidad de Almonte. La alcaldesa hizo alusión a la nueva etapa que comienza ahora para la Fundación, y su papel vertebrados de los 14 municipios, desarrollando un plan de trabajo, aprobado recientemente por el Patronato, con el cual asume gran parte de la tarea técnica que conlleva la catalogación de Reserva de la Biosfera, concedida por la UNESCO, poniendo el énfasis en lo que cada municipio hace en su territorio por compatibilizar naturaleza y desarrollo, y trasladarlo como una buena práctica.

   LO SOCIAL COMO PARTE DE LA ETIQUETA DE CALIDAD “DOÑANA 21”

La alcaldesa de Almonte aseguró en su intervención que “en la nueva etapa de la fundación se trabajará en clase comarcal diversas líneas de intervención relacionadas con el impulso a la agricultura tradicional, la promoción turística, y el impulso a nuevas prácticas de lo ambiental y lo social como elementos importantes para acceder a la Etiqueta Doñana 21, lo que supone una interesante redefinición de la etiqueta de calidad “Doñana 21”, y que pondrá en valor las buenas prácticas de las empresas en el ámbito social.

José Solís, por su parte, agradeció la iniciativa del Ayuntamiento almonteño, y aseguró que Almonte es el pueblo por antonomasia de Doñana, donde más repercute tanto los beneficios como las limitaciones. Los municipios somos muy importantes en Doñana, pero sin la colaboración de Almonte sería casi imposible hacer esa nueva tarea de vertebración y unificación de esta comarca. Sobre el Plan de trabajo recién aprobado Solís destacó que la fundación se convierta en un instrumento útil para los municipios, y que toma el liderazgo de la Reserva de la Biosfera, que conlleva el compromiso de los municipios de hacer un desarrollo acorde con la Naturaleza, reconoce las prácticas y conlleva un Plan de Acción. “

EN DOÑANA FALTABA LA VERTIENTE SOCIAL HUMANA

Al igual que la alcaldesa de Almonte, el vicepresidente de la fundación Doñana 21 puso el acento es destacar el paso cualitativo que se está dando en la consideración de lo social como una vertiente ineludible. “El Espacio Natural de Doñana tiene una vertiente conservadora con la Estación Biológica de Doñana. Faltaba la vertiente social, humana, que es la función que asume prioritariamente la fundación, ya que sin la parte social no se va a desarrollar nunca la comarca.”