Jornada de puertas abiertas del Museo de la Villa con una exposición permanente sobre las Venidas de la Virgen del Rocío

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Almonte, 28 de marzo. El Ayuntamiento de Almonte celebra desde hoy unas jornadas de puertas abiertas del Museo de Usos y Costumbres de la Villa, una antigua almazara construida a mediados del siglo XVI y ubicada en pleno centro de la localidad, mostrando y reforzando sus contenidos tradicionales y fundiéndolos con una exposición permanente sobre las Venidas de la Virgen del Rocío, acontecimiento que volverá a suceder a partir del 19 de agosto próximo. Después de varios años cerrado, el edificio se muestra de nuevo tal cual fue siempre en su fisonomía y con la maquinaria original que se utilizaba en la producción de aceite, pero también refuerza a través de distintos elementos gráficos y audiovisuales la presencia de las actividades económicas que históricamente han sustentado la vida de Almonte, como la agricultura, y su convivencia con Doñana como reserva de la Biosfera. En este sentido, el visitante al Museo de la Villa tiene la oportunidad de adentrarse en el espacio natural a través de una sala que condensa
todo lo que Doñana es: las actividades tradicionales que le dan sentido como el carboneo, la apicultura, la recogida de la piña y la relación con el mar, así como sus especies más singulares y características, como la vaca mostrenca y el caballo marismeño.

Pero a las puertas de un nuevo traslado de la Virgen del Rocío a su pueblo, el Museo de la Villa propone como novedad un amplio recorrido por las propias Venidas de la Blanca Paloma. Desde su historia y cronología hasta la cultura en que se ha convertido la forma en que Almonte adorna sus calles para dar la bienvenida a su Patrona, una costumbre que introdujo Juan Muñoz El Zagalejo, carpintero local que fue el impulsor a finales del siglo XIX de la ornamentación de las calles almonteñas con motivo de los traslados de la Virgen. En ello le sucedieron otros artesanos del pueblo como Juan Antonio Acosta y Matías Aceitón, padres también de las catedrales efímeras de inspiración gótica que se instalan ante la Parroquia de la Asunción y que se convierten en uno de los grandes atractivos estéticos de cada Venida de la Virgen del Rocío. A ellos se dedica un espacio destacado de la exposición, que enseña varias de las maquetas de estas catedrales desde 1970, lo que permite observar la evolución de su estilo.

Adherido al empeño de la gente de Almonte por exornar sus calles está esa otra cultura en que se ha convertido la elaboración de las flores de papel de seda blanco con que se cubren los arcos, los templetes, las calles y la propia catedral efímera de cada traslado de la Virgen. Una labor que lideran las mujeres almonteñas y a la que se suman familias enteras como uno de los acontecimientos que llenan más de vida durante meses las vísperas a la llegada de la Virgen del Rocío. También el visitante al Museo de la Villa podrá aprender a elaborar estas flores, “otra forma más de que quien nos visita se sienta parte de nosotros”, señaló la alcaldesa de Almonte, Rocío Espinosa. Después de rendir homenaje a las familias de Juan Muñoz El Zagalejo, Juan Antonio Acosta y Matías Aceitón, la edil destacó que la reapertura del Museo de la Villa es posible “gracias al trabajo de muchos profesionales de Almonte, que han volcado todo su cariño para que el pueblo recupere un espacio que nos enseña tal cual fuimos, tal cual somos y según queremos seguir siendo, tan apegados a la raíz que conforma nuestra identidad”.